LOS ALQUILERES SUBEN UN 6,6% EN MARZO Y TOCAN MÁXIMOS

Expansión 2019

Los alquileres son en 2019 más caros que antes de la crisis. El valor de la vivienda en renta subió un 6,6% a cierre de marzo en comparación con el mismo periodo de 2018, hasta los 10,7 euros por metro cuadrado al mes (642 euros para un piso de 60 metros cuadrados, por ejemplo), el precio más alto de la serie histórica de Idealista, según los datos publicados ayer por el portal. La elevada demanda de pisos en alquiler y la escasa oferta continúa tirando de precios, especialmente en las grandes urbes, hasta el punto de alcanzar máximos históricos en seis capitales de provincia. El precio del alquiler ha llegado a su nivel más alto en Madrid (15,8 euros por metro cuadrado al mes), Málaga (9,9 euros/metro cuadrado), Granada (7,8 euros/metro cuadrado), Castellón (5,6 euros), Badajoz (5,8 euros) y Cáceres (5,3%).

Barcelona continúa siendo la capital española con los arrendamientos más caros, 16,3 euros por metro cuadrado (casi 1.000 euros para una vivienda de 60 metros cuadrados). Un recalentamiento del mercado que comenzó en 2016, con su punto álgido en octubre de 2017, cuando el metro cuadrado alcanzó los 16,6 euros. A partir de entonces, coincidiendo con los momentos más graves del procés, el precio de los alquileres ha ido corrigiéndose en la Ciudad Condal. En marzo cayeron un 1,2% interanual, descensos asociados principalmente al elevado nivel de precios y a la inestabilidad política.

Otro ejemplo donde la oferta en renta ha tocado techo es San Sebastián. Aunque los alquileres registraron una tasa positiva del 0,9% (y 14,5 euros que la convierten en la tercera ciudad más cara, después de Madrid), estos acumulan un descenso del 2,1%, desde que alcanzaran su máximo, en noviembre de 2018.

Para Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista, este cambio de tendencia es indicativo de que “el mercado del alquiler se regula sin necesidad de intervencionismo del Estado y cuando éste actúa se producen efectos contrarios a los deseados”.

 

Frente a la moderación de estas capitales, otras urbes registran importantes aumentos. Los arrendamientos en Madrid se encarecieron un 7,4% en marzo y registraron un máximo histórico, debido principalmente a la ausencia de oferta en el centro y a la fuerte demanda, que lejos de corregir el precio por el nivel de encarecimiento al que llega, se reorienta hacia áreas periféricas, donde la oferta registra niveles más asequibles. Granada, Tenerife y Zamora son las provincias que lideran el aumento del precio de los alquileres. Los pisos en renta de Zamora subieron un 11,5%, hasta los 5,3 euros por metro cuadrado al mes; en Tenerife aumentaron un 10,7% (8,7 euros por metro cuadrado) y en Granada un 10,2% (8,4 euros por metro cuadrado).

HACIENDA DESTAPA A 120.000 CASEROS QUE NO DECLARABAN SUS PISOS

Fuente: Cinco Días

La Agencia Tributaria pretende fomentar que los contribuyentes cumplan de manera voluntaria, pero esto no le está impidiendo reforzar sus campañas contra el fraude. Su director, Jesús Gascón, compareció ayer en el Congreso de los Diputados y anunció que el organismo ingresó en 2018 más de 15.000 millones de euros por la lucha contra el fraude. Entre los caladeros de riesgo fiscal a los que observa el Fisco se encuentra el alquiler en pleno boom de los precios. La Agencia Tributaria también ha encontrado de 2015 a 2018 a 120.000 nuevos declarantes de ingresos de alquiler turísticos por páginas web como Airbnb y similares, es decir, propietarios que no informaban de sus ingresos y que ahora lo hacen. El director del Fisco achacó este fenómeno al envío de cartas y avisos en las últimas campañas de Renta, y apuntó que el Fisco iniciará actuaciones en los casos más “flagrantes” de ocultación de rentas. Junto a ello, Hacienda ha arrancado este año la declaración informativa de caseros que alquilan pisos de Airbnb y demás páginas.

 

Las capitales del ‘BOOM’ del alquiler, las que más rebajas registran

Fuente: Expansión

El recalentamiento de los alquileres está tocando techo en las grandes capitales españolas. Mientras que algunos distritos continúan registrando subidas de doble dígito, otros empiezan a moderarse o, incluso, a registrar correcciones, debido a que la demanda no puede permitirse los precios. Como consecuencia, en las capitales del boom del alquiler, como Barcelona, Madrid o Palma de Mallorca, ya se registran el mayor número de anuncios de pisos (en volumen) que rebajan sus alquileres. Durante el mes de junio, el 13,2% de las viviendas en alquiler en Barcelona redujo su precio, por un 10,4% de las de Palma y un 9,8% de las de Madrid, según un estudio publicado ayer por el portal inmobiliario Idealista. Aunque las reducciones que registran no son las mayores a nivel nacional, en Madrid y Barcelona alcanzan el 7% de rebaja del precio.

El estudio, según Idealista, “pone de manifiesto que cada vez más propietarios se ven en la necesidad de reducir sus expectativas, muchas veces por haber apuntado tan alto que no encuentran interesados que puedan asumir ese nivel de precios”. En cuanto a las mayores rebajas, Cádiz es la capital en la que los descuentos que aplican los anunciantes para encontrar inquilino son más agresivos: los que redujeron el precio lo hicieron con una media del 26%. Le siguen los descuentos de Cuenca, donde los alquileres se abarataron un 22% y Huesca (21%).

La reforma del alquiler elevará todavía más los precios, según los expertos

(Expansión. Primera página. Páginas 22 y 23. Editorial en página 2)

Los expertos desconfían de la reforma del alquiler que quiere aprobar el Gobierno. El plan pasa por cuatro vectores: ampliar de tres a cinco años la prórroga forzosa en los contratos de alquiler, limitar las fianzas y garantías adicionales que el propietario puede imponer al inquilino, poner trabas al alquiler turístico y promover la construcción de 20.000 viviendas destinadas al alquiler social. Los analistas piensan que las medidas diseñadas por el Gobierno no impulsarán la oferta de vivienda. Al contrario, tenderán a limitar la entrada de viviendas en el mercado, en lugar de incentivarla, lo que incrementará el desequilibrio entre la oferta y la demanda y presionará todavía más los precios al alza. Algunos analistas reclaman, en cambio, incentivos para los dueños y una mayor seguridad jurídica para animarlos a entrar en el mercado.

En primer lugar, la extensión de los plazos del contrato no supone una solución en sí misma, “sino que depende del momento del mercado”, explica José García Montalvo, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra. “Tiene el objetivo de que la gente que apuesta por el alquiler pueda tener un proyecto estable de vida, pero habrá que ver si al final acaba retrayendo a la oferta o paralizando las inversiones”, añade José Luis Ruiz Bartolomé, director general de Chamberí AM. Aunque otros expertos como Beatriz Toribio, directora de estudios de Fotocasa ven necesaria la medida para “dar seguridad al inquilino”, tampoco “ven cómo puede ayudar a bajar los precios”.

En segundo lugar, el límite a las garantías adicionales que puede exigir el propietario hará más asequible la entrada en una nueva vivienda, pero “si se hace sin ofrecer seguridad jurídica a cambio, los propietarios no van a querer alquilar, lo que disminuirá la oferta y elevará los precios”, señala Antonio Carroza, consejero delegado de Alquiler Seguro. “Hay que pensar que cuando un propietario exige esto es porque los impagos o los desahucios no están bien resueltos”, indica Ruiz Bartolomé. En definitiva, “se intenta hacer cosas, pero las medidas no van orientadas a fomentar la oferta que es donde está el problema que hace que los precios suban”, afirma Julio Gil, director de Horizone Consulting. Los expertos en el mercado inmobiliario reprochan al Gobierno que, en lugar de dar incentivos para estimular el mercado, lo que hace es restringirla, aumentando el poder de negociación de los caseros que quieran mantener su vivienda en alquiler. “La reforma, con los plazos y las garantías, lo que hace es volver atrás a la ley anterior, que hacía a los propietarios pensarse su poner su vivienda en alquiler”, subraya Manuel Gandarias, director general de Civislend.

En tercer lugar, el Gobierno quiere limitar el mercado de alquiler de viviendas turísticas, con la intención de que parte de estos inmuebles se destinen al alquiler residencial. Sin embargo, el alcance de esta medida es limitado, en tanto que el número de viviendas destinadas a este uso no es muy elevado y ambos mercados no están directamente conectados. Además, algunos expertos descartan que la vivienda turística influya en los precios. “En Barcelona, en los sitios donde hay más vivienda turística, los precios no crecen más rápido que el resto”, indica García Montalvo. Por otra parte, Ruiz Bartolomé señala que “en Madrid, hay unas 15.000 viviendas destinadas al alquiler turístico, por 250.000 destinadas al alquiler residencial y 150.000 viviendas vacías”. Por lo tanto, aunque el alquiler turístico pueda reducir la oferta de vivienda residencial, parece claro se puede lograr un mayor incremento de la oferta mediante incentivos a quienes ahora no se atreven a poner su casa en el mercado que por la vía del castigo al alquiler turístico.

Finalmente, el plan de promover la construcción de 20.000 viviendas destinadas al alquiler a precios asequibles es el que más lagunas presenta: el tiempo de construcción, la colaboración de los ayuntamientos y la gestión de estas viviendas. Por un lado, “la construcción tardará seguramente más de cinco años, entre la adopción de las medidas, los acuerdos con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, la financiación y el proyecto en sí”, advierte Gil. Por otra parte, Toribio indica que “aunque el plan es positivo, hay que ver cómo se concreta, porque va a depender del papel que jueguen los municipios y las comunidades, que tienen que poner a disposición el suelo”. De hecho, en los últimos años una de las cosas que ha limitado la oferta de vivienda han sido las trabas a la edificación en ciudades como Madrid y Barcelona, que es precisamente donde hay un mayor desajuste con la demanda.